El callejón del diablo su leyenda

(10 feb 2016) Leyenda de Campeche. Hace muchísimos años existía, lo que hoy es el centro de Campeche, una angosta calle conocida como el “Callejón del diablo” este empezaba en el despoblado de “San Martin” y sale en la “Zanja”, un pasadizo oscuro su alrededor árboles frondosos, atravesaba un lugar solitario, había una casa paupérrima que vivía un tísico.

El enfermo, por lo sombrío o por el nombre del Callejón

Las personas evitaban pasar por ese camino, quien lo hacía era de manera apresurada. De noche solo los valientes se atrevían cruzar esta calle, después del ocaso, una profunda oscuridad.

Uno de aquellos temerarios, regresaba a su casa luego de una reunión nocturna con sus amigos. Se metió al Callejón y cuando estaba a medio camino vio a alguien que se recargaba a un árbol, se asustó, se aguantó y empuño las manos por si las dudas,  cuando pasaba escuchó una risa diabólica a unos metros de la persona, se iluminó la escena y vio un ser horrendo. El tipo sintió que se hundía la tierra, por su instinto de conservación corrió, evadiendo una desgracia.

La noticia de que en ese Callejón de marras, aparecía el demonio cundió el temor en la población a consecuencia de la situación  del trasnochador, si normalmente casi nadie caminaba por ahí, al decir que Lucifer se estableció en ese lugar, ya nadie usaba ese camino de noche.

Siempre hay calamidades públicas y alguien en cuestiones del diablo, aconsejó que para que el demonio no comenzara a incursionar sobre la comunidad y con qué  malditos fines, que depositaran bajo el árbol del diablo una ofrendas de preferencias monedas de oro y joyas. Así lo hicieron. Los supersticiosos  que dejaban en las mañanas sus regalos a Satán, se dieron cuenta que al día siguiente no estaba, que el diablo estaba contento con los obsequios que el pueblo le brindaba.

Este misterio, lo oyeron dos pescadores que ya habían visto poseídos en sus viajes marinos, estos estaban curados de espanto. Les pareció un robo y que alguien tenía malas costumbres y acordaron que como hijos de Dios no podían permitir esta sinvergüenzada así fuera el ratero el mismo diablo.

A media noche, dos figuras entraron al callejón, el presunto diablo esperaba tranquilamente en su árbol para infundir miedo al desprevenido caminante que se arriesgase entrar en aquel lugar dominio del infierno.

Ya estaba el ente  de las tinieblas preparado para encender su cartucho de azufre, para mostrarse con una antorcha,  vieron salir una figura peluda con cuernos y cola larga, un auténtico Satanás, este no se reponía del asombro cuando sintió sus  nalgas y el cuerpo de pelos, el fuego que le quemaba, le pegaron  una  leña al rojo vivo,  uno de los pescadores.

Preso de terror dijo; “Jesús, el demonio quiere llevarme”

Gritando, corriendo emprendió la huida. La noche del día siguiente los pescadores montaron guardia hasta el amanecer, Satán no apareció, la vergonzosa retirada del enemigo, se investigó que un prominente señorón del lugar se debatía ente la vida y la muerte de una rara enfermedad que hace llagas y se manifestó más en los glúteos hecha por quemaduras profundas.

Cuando el hombre sano,  según las personas se arrepintió y donó a una institución para  pobres, joyas, que a muchos  les parecía muy familiares, algunos creyeron reconocer, los que le dieron al demonio junto al árbol.

Yyyy ya.

Autor: Elsy Alonzo

Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.

Fuentes de información

  1. pamundocangriar.blogspot.com

¿Te ha gustado? ¡Comparte!

Publicaciones relacionadas

El tramo del diablo: La muerte se pasea

Algunos choferes  de camiones,  cuentan que por ahí deambula la muerte, por las fechas de los Fieles Difuntos se ven espectros espeluznantes aseguran haberlos visto después de la media noche cerca del poblado Carrillo Puerto. Leyenda

Las costillas del Diablo las dejó marcadas

Leyenda de México. La leyenda cuenta, que el demonio se molestó tanto que maldijo el lugar, y varios eventos ensombrecieron la vida de los habitantes. Una persona hizo un pacto con el diablo, que para salvar su alma, el rojo tenía que

El callejón del tesoro su leyenda

Leyenda de Aguascalientes. Los curas salían a la calle a rezar y echar agua bendita. En las noches transitaba el carro de Satanas. Dos briosos caballos blancos jalaban un carruaje guiado por un espectro vestido de blanco haciendo mucho

El Callejón del Aguacate: Su oscura leyenda

Leyenda de Coyoacán México. En este lugar se oyen gemidos y llanto de un niño que muchos aseguran que su rostro de sufrimiento se forma en el árbol. En una calle angosta llena de casas coloniales y sombríos mitos. En el centro de

El Callejón del Tecolote: Reunión de brujas

Leyenda de Guanajuato. El primer camino de herradura para comunicar a la ciudad, era por la cuesta del callejón del Tecolote. En el año 1557 llegó don Perafán de Rivera con la imagen de la virgen de Guanajuato. Por esa pendiente pasaba

Leyenda de Cantuña de como burló al rojo

Leyenda de Ecuador. Se cuenta, que en la época colonial el indígena Francisco Cantuña, ya estaba cansado de trabajar, no podía más, sino entregaba en el tiempo convenido la obra se iba al presidio y le pidió ayuda a satanás, le dijo

La dama viajera, del callejón de Santa Inés

Leyenda de México. Corría los años 1789. La dama sostuvo con las manos la compuerta para que no abriera y entrara el agua de la laguna y se inundara el lugar. la señora distinguida con ropa negra y aplicaciones de plata era seguida por

La leyenda de la hija maldita

Aun se cuenta esta leyenda, por las abuelas a sus nietos, de una muchacha que fue demasiada consentida, todo le daban que cuando se negaron a darle en ese momento lo que quería, arremetió a su madre a golpes que la dejo en el suelo con