La Santa de Cabora. La Niña de Cabora es Teresa Urrea
Leyenda de Sinaloa. Una figura que tuvo mucha influencia en personas hasta que se convirtió en una leyenda, ella es Teresa Urrea. Su vida y muerte es una enseñanza en el ámbito religiosos y político que varios estados la recuerdan como
La niña araña escalaba los muros del cementerio
Leyenda de Salamanca Guanajuato. Se cuenta que un taxista del turno nocturno, transitaba por la colonia San Roque. En horas de la madrugada, vio caminar por la calle a una niña sola, aproximadamente de 9 a 10 años de edad. El taxista
La niña y su ángel guardián
Leyenda de Orizaba Veracruz. Un día, era el año 1908, una niña mientras sus padres estaban en la capital, era cuidada por la servidumbre no se dieron cuenta que la niña jugaba con velas encendidas, se le cayeron en el vestido cuando se
La leyenda de la niña fantasma de Muna
Leyenda de Muna Yucatán. Una criatura de ocho años muere trágicamente, ya hace más de 10 años y todavía no descansa, aparece su espíritu se ve caminando por el acotamiento de la carretera con un camisón azul, ojos blancos
La niña vidente y superdotada del Triunfo
Leyenda de B. C. S. Se le construyó una capilla en su honor, ningún fulano se atreve a pintarrajear las paredes de ese oratorio porque saben que se arrepentirán. La niña vidente del Triunfo, cuando cae la tarde entrando al anochecer,
La niña de la mina con ropa pintoresca
Leyenda de Guanajuato. Los mineros cuando entran a la oscuridad de los túneles, ven a lo lejos una niña con vestimenta extravagante, su rostro lleno de polvo que deforma su fisonomía. Los hombres de la mina siempre ven al fantasma de
La niña fantasma de los trucks (hacienda San Isidro Kuxub)
Leyenda de Yucatán. Hacienda San Isidro Kuhub en Baca. Se aparece una niña fantasma deambulando afuera de la hacienda, ese espectro juega entre los vagones y trucks, las personas que viven cerca y trabajan ahí oyen que llama a sus
Una niña acomedida leyenda urbana
Leyenda Urbana. Aparece de momento a media noche a la mitad de la calle que los automovilistas dan frenones de golpe, se bajan y no hay nadie, algunos creen que sí la atropellaron, pero no. Una noche una niña desesperada fue a comprar un