El fantasma de la monja del Convento
Leyenda de México. Se cuenta; que hasta la fecha se oyen los murmullos de los rezos en especial el lloriqueo de una de las monjas y en algunas ocasiones se ve un cuerpo colgado en una rama del árbol. Una joven se enamora locamente de uno
El fantasma del Matadero y el Convento de Monjas
Leyenda de Mérida. La esquina del matadero viejo y El fantasma del Convento de Monjas de Mérida. Calle 66 x 67, las esquinas desde la época Colonial se les daba el nombre por algún evento que haya pasado o solo por un objeto. Esta
El Fantasma del Campanario: Regresó donde se quitó la vida
Leyenda de Zacatecas. Esto pasó en Fresnillo, los organistas, el sacristán, los del coro y monaguillos, de la iglesia de la Purificación que cuando terminaban sus obligaciones y bajaban por las escaleras, corrían como “pies para que
El enano de la Catedral de Caracas crecía, crecía, crecía.
Se cuenta; que en la Catedral de Caracas, después de la media noche aparece un fantasma de presencia simpática, agradable y sonriente. Pero lo cierto, es que es el mismo diablo capaz de matar de un infarto a cualquiera que se atreva
El fantasma del convento de la Merced
Leyenda de Guanajuato. Un pintor famoso de nombre Gerardo Murillo alias el Doctor Atl, en ocasiones caminaba por varias zonas del exconvento, buscaba iluminación para sus pinturas. Una tarde el pintor vio que el coronel y su ayudante
La Casa de la Marquesa hecha por amor
Leyenda de Querétaro. El Marques Villa del Villar del Águila se enamora locamente de una muchacha hermosa que decide irse al convento, ella rechaza su suplica de amor, pero le pide un regalo y él le da gusto a su amada. Se cuenta, que
La azucena del Convento de las Carmelitas.
Leyenda de Michoacán. Se repetía, año tras año, el prodigio de la azucena aun que habían cambiado su sepulcro. La marquesa de Aldara era una joven de veinte años, Doña María Fuensálida era blanca, rubia, de ojos azules, chica
Bailando con el diablo tremendo galán
Leyenda de Monterrey. En la antigua calle del Colegio de Niñas, hoy Abasolo vivía una hermosa chica que sentía una gran alegría por la vida. Entre los que más le gustaba era el baile. No había pachanga que se perdiera, pues la