La leyenda: El Mole Poblano

(23 jun 2012) Leyenda de Puebla. Le ofrecieron un banquete a su excelencia, al Virrey de la Nueva España cuando visitaba un convento. Fray Pascual era el cocinero y se encontraba nervioso por la gente importante que los visitaba, quería esmerarse para darles algo sabroso, en su deseperación apiló muchos ingredientes junto a la olla que se cocinaba, por accidente se calleron dentro, muchas especies que no llevaba. 

Se cuenta que le dieron un ágape al Virrey de la Nueva España, don Juan de Palafox y Arzobispo de Puebla cuando visitó un monasterio, se esmeraron para que la comida estuviera sabrosa. Fray Pascual el cocinero se sentía nervioso y regañaba a sus ayudantes, en su desesperación apilo una charola todos los ingredientes que había en la cocina con el fin de guardarlos ordenadamente en la alacena, por su prisa se tropezó frente a la cazuela, donde unos guajolotes estaban hirviendo para el banquete. Chiles, pedazos de chocolate, galletas y especias cayeron a la cazuela, echando a perder la comida del  Virrey.

San Pascual Bailón atiza mi fogón

Fray Pascual se puso a rezar para ver si podía solucionar su metida de pata. Le avisaron que los comensales sentados en la mesa comían, cuando terminó el banquete el Virrey mandó  llamar al cocinero, Fray Pascual angustiado pensó que lo regañarían, cuando llegó lo felicitaron en grande por el delicioso platillo y preguntaron ¿como se llama lo que cocinó? Y le salio "Mole".

Se dice que en algunos pueblos, en honor a ese episodio las amas de casa invocan al fraile diciendo “San Pascual Bailón atiza mi fogón”.

En las zonas sur del centro de México, es la comida como plato principal en las celebraciones, bodas, bautizos, cumpleaños, no falto el día de muertos.

Hay otra versión. Que la receta surgió en el convento de Santa Rosa en la ciudad de Puebla. Cuando una religiosa molio en el metate muchos y diferentes chiles revueltos con condimentos ya sasonado. Se dice, que fue creado en el siglo XVII por la monja dominica Andrea de Asunción para satisfacer el gusto del Virrey Tomas de Serna, este se sintió cautivado por la dilicia de comida cuyo picor no dejaba de pedir más tortillas.

Autor: Elsy Alonzo

Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.

Fuentes de información

  1. www.kiwilimon.com

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