Una extraña aparición leyenda
Leyenda de México. En el monte dos hombres conversaban y fueron interrumpidos por una mujer montada en un caballo, su rostro lo tapaba como un velo, pero se le veía que tenía bonitas y hermosas piernas. Los invitó a subirse con ella
La Piedrona de Chiapas y la Mujer de la Piedrona
Leyenda de Villa de Corzo, Chiapas. San Pedro Buena Vista. Cuenta la leyenda, en la época que se podía bañar en los ríos y a pescar con dinamita, un niño llamado Casiano (un hijo de la fregada como decía su abuelo) acompañó a sus
El espectro de la mujer del candil
Leyenda de Guerrero. Muchas personas aseguran ver un espectro con un candil de petróleo que camina en la playa entre Carrizal y Mitla. Es de una mujer que con mucho sacrificio y trabajo logró juntar dinero para escuchar una misa en la
Tesoro y muerte, su leyenda
Leyenda de Jalisco.- En una ocasión Teófilo, Pantaleón y Faustino, iban a su pueblo a caballo, tenían que pasar la sierra para llegar, estaban muy fastidiados, porque ninguno de ellos hablaba, en eso vieron frente a ellos a un
Las Ciguapas de los pies al revés
Leyenda de República Dominicana. Se cuenta, que viven en las zonas rurales, en los bosques, montañas y cuevas, salen de noche, su medio de comunicación es un gemido o un aullido, vagan y saltan por los montes y duermen en las ramas de
Centauro: Mitología griega
Es una criatura con cabeza, torso y brazos de un humano y el cuerpo de un caballo. A las femeninas se le llaman centáurides. Ixión vástago de Flegias, rey de los lápitas se matrimonio con Día, hija de Deyoneo, tras la boda Ixión se
La calle del truco (apostó a su mujer)
Leyenda de Guanajuato. Las personas que viven en esa calle aseguran que todas las noches pasa la sombra de un hombre vestido a la usanza andaluza, con sombrero de ala ancha, con larga capa y se deja ver solo sus ojos con rostro
Bailando con el diablo tremendo galán
Leyenda de Monterrey. En la antigua calle del Colegio de Niñas, hoy Abasolo vivía una hermosa chica que sentía una gran alegría por la vida. Entre los que más le gustaba era el baile. No había pachanga que se perdiera, pues la