El mito de las esposas de Set

(03 2021) Mitología Egipcia. Las diosas Anat y Astarté consideradas como las “hijas extranjeras” de Ra, fueron adjudicadas a Set como dos de sus consortes, posiblemente como una adaptación más de estas divinidades foráneas al panteón egipcio. Después de que en su enfrentamiento con Horus Set resultara vencido, la sabia diosa Neit, aconsejó que como premio de consolación, recibiera Set estas dos diosas. Así se cuenta el mito, aunque no nos ha llegado en su totalidad.

Paseaba un día Set por las orillas del Nilo, cuando vio bañándose a la diosa Anat. Como Set era de armas tomar, se transformó en carnero y la violó. Pero esta diosa solo podía engendrara través del fuego divino, por lo que su cuerpo expulsó el semen generador de Set, que salió disparado y vino a dar en la cabeza del dios que quedó malherido. Ra, que siempre había sentido predilección por Set, envió a Isis para que, con sus artes curativas, le sanase la herida.

Otros fragmentos de este mito

Decían que los dioses principales se enfrentaron con Yamm, aprovechándose de su victoria, les exigió un tributo de oro, plata y lapislázuli (es una gema de color azul ultramar, apreciada en joyería desde la antigüedad. Se usaba en rituales religiosos, empleado en exorcismos), que le hicieron llegar las divinidades a través de la diosa Renenutet.

Pero con todas esas riquezas en sus manos, el dios del mar pidió más, bajo la amenaza de esclavizar a todos los dioses. Renenutet se desesperaba ante las nuevas exigencias de Yamm, y sin saber qué  hacer se dirigió a Astarté para solicitar su ayuda en esta situación tan comprometida.

Astarté era célebre por su belleza pero también por su caracter fiero, y con la consideración debida le pidió Renenutet que fuese ella la que llevase el tributo en cuestión al dios del mar. Aceptó Astarté, no de muy buen grado. Se transformó en pájaro y cuando estaba alcanzando la orilla del mar, su naturaleza violenta se apoderó de ella y empezó a burlarse del dios del mar. Sorprendentemente, Yamm no se enfadó, sino que quedó admirado, tanto la osadía de la diosa como de su proverbial belleza, y exigió que la misma diosa formase parte del tributo. Ahora se presentaba un problema añadido y así se lo comunicó a Renenutet a los dioses que deliberaron para ver que podían hacer. La resolución final fue ceder las exigencias de Yamm, y como dote entregaron a Astarté un hermoso collar de la diosa Nut y un anillo que pertenecía a Geb.

El único que no estaba conforme, lógicamente era Set, que no quería perder a su bella esposa, y hasta aquí todo lo que conocemos sobre este mito. Es de suponer que Set, luchador y astuto, bien por la fuerza o mediante a algún ardid, a los que era aficionado el malévolo dios, consiguiera arrebatarle al codicioso dios del mar la hermosa Astarté.

Del texto de Mitología Egipcia.  C/Albasanz, 67, 1ª ofic 26. ALBOR LIBROS. Madrid.

Autor: Elsy Alonzo

Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.

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