(03 abr 2012) Leyenda de México. Que un cabrío aterrorizaba a los habitantes de un pueblo, esta leyenda fue en la época de la Conquista, pues aun se adoraba a todo tipos de dioses y las imposiciones religiosas complicaron la vida de los nativos, los indígenas sufrían ante el sometimiento que eran victimas, un hechicero aprovecho la perversidad para adorar a los entes del mal se decía que tenia tratos con el diablo, ni los conquistadores se atrevían a dañarlo.
Este hechicero tenía grandes riquezas y con muy buena salud, aunque a los habitantes muchos se habían muerto por la epidemia. Muchas personas se unieron al brujo viendo que él podía conservar todo sus tesoros y querían ver materializados sus deseos, se formó un grupo de adoradores del diablo, estaban dispuestos a conseguir lo que querían.
Los adoradores del maligno realizaban ceremonias tétricas, lejos de la ciudad ahí en el monte dentro de una cueva, ritos sangrientos, sacrificios de animales, para mantener contento al demonio. Una noche al hechicero se le ocurrió traer a la vida a un dios sangriento y malvado – al mismísimo demonio- para tener más riqueza y poder sobre los conquistadores, quienes trajeron desgracias al nuevo mundo. Y para eso se necesitaba sacrificar 13 niños menores de 5 años.
El grupo satánico tenía que robar niños
Alguno del grupo satánico se le encomendó raptar a los niños y llevarlos hasta la cueva. Así que 13 familias sufrieron la perdida de sus hijos y eso provocó miedo en la región.
Las desapariciones, pensaban los indígenas que los españoles eran los culpables, pero tenían miedo de indagar. Mientras en el monte el brujo empezó su ritual matando un macho cabrío, le cerceno la cabeza y las patas traseras ya que estos formarían parte del cuerpo de la deidad maligna, cavó una fosa y ahí las colocó, ofreció al demonio las 13 criaturas, convocó al espíritu del demonio; que se requerían, más niños para completar la deidad.
Otra vez desaparecieron niños, aterrorizados los padres no perdían de vista a sus hijos, no salían de sus casa, con cada niño que sacrificaba el hechicero formaba con los huesos el cuerpo de la deidad del maligno, algunos del grupo satánico ya se había hartado de tanta muerte de infantes por que no veían ningún resultado, otros del culto estaban horrorizados, pero tenían miedo de abandonar la secta. Se sacrificaron cerca de 100 niños el cuerpo del demonio casi estaba completo, faltaba la culminación de la obra, el cual la bestia cobraría vida, sacrificar a un recién nacido, el hechicero le pidió a los del culto que tenían que ofrecer uno de ellos un neonato propio; y la mujer cuyo embarazo era evidente, y lo cediera al momento de nacer.
Llegado el día, el brujo preparaba el ritual
Para que el demonio se levantara de la tumba. Los del culto rodearon el cuerpo con cabeza y patas macho cabrío mientras el hechicero ponía al recién nacido encima. Como hipnotizados hombres y mujeres empezaron a rezar en un lenguaje desconocido, se escucharon algunos alaridos, al parecer venían del cuerpo del demonio, como si fuera esa la señal, el brujo agarro el puñal para atravesar el corazón del nene, antes que lo haga la madre del niño, fuera de sí, se abalanzó sobre el brujo y lo apuñaló, abrazó a su hijo y corrió hacía la boca de la cueva, temiendo que los del culto le arrebataran al niño para proseguir el rito a pesar de que ya estaba muerto el brujo.
Los integrantes se sentían aliviados y asqueados de tanta sangre de gente inocente, lo único que deseaban era regresar a sus casas y olvidar lo que había ocurrido.
Nadie regreso a la cueva se cree que uno de los integrantes lo clausuró por miedo de almas en pena tomaran venganza, se empezaba hablar de la apariciones de un ser mitad hombre y mitad cabra.
Varios años después llegaron unos extranjeros a la Nueva España uno de ellos quería convertirse en un hombre adinerado, vino con su esposa y su hija, la niña en una expedición encontró un juguete y lo llevó a casa, ese día cambio su forma de ser, una de las ancianas que atendían la casa escuchó a la niña hablar en una lengua extraña, aterrada se acordó lo vivido en su adolescencia, cuando un hechicero intentó matar a su hijo, para darle vida al demonio.
Las semanas siguientes, algunos hombres y mujeres perdieron la vida, cada una de las victimas formó parte del culto satánico que intentó cumplir sus deseos sacrificando a niños. Se cuenta, que el ser mitad hombre y mitad cabra anda por el monte tratando de atraer a los ambiciosos que vendan su alma a cambio de sus favores.
Quieres oír la leyenda aquí te la dejo.
Autor: Elsy Alonzo
Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.
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