Las Brujas del Cerro de San Miguel se lanzaban en picada al pueblo
Leyenda de Atlixco Puebla. Las bolas de fuego que rodeaban el cerro parecían bailar, eran brujas que ahí se reunían para ir al pueblo y olfatear a sus víctimas. Hace muchos años, al llegar la noche los pobladores cerraban sus ventanas
Las brujas o nahuales de Tlaxcala
Leyenda de Tlaxcala. Se cuenta que hace muchísimos años en un poblado hubo una época en que lo recién nacidos cuando amanecía estaban muertos. Se hablaba de una señora anciana que hacía meses que había llegado y dio la casualidad
La Cueva de Salamanca: un antro de brujos
Leyenda de España. En la ciudad de Salamanca, según la tradición popular el Demonio impartía clase. Dicha cueva corresponde a lo que fue la cripta ahora inexistente del templo de San Cebrián. Cervantes le dio una forma burlesca a la
Las Ciguapas de los pies al revés
Leyenda de República Dominicana. Se cuenta, que viven en las zonas rurales, en los bosques, montañas y cuevas, salen de noche, su medio de comunicación es un gemido o un aullido, vagan y saltan por los montes y duermen en las ramas de
El Dorado: la ciudad de oro
Leyenda de Ecuador. Se origina en el siglo XVI en Quito. En el año 1530 Gonzalo Jiménez el conquistador, se topó con la tribu de los muíscas que habitaban en los Andes a la altura de Colombia, vieron que en sus ceremonias usaban mucho
La brujas de Malvas y las bolas de fuego
Leyenda de Irapuato, Guanajuato. Esta leyenda se motivó entre el vecindario de Malvas y Rancho Grande en la que un muchacho campesino fue embrujado por una supuesta bruja, que con su hermosura y su encantadora voz logró que este joven
Las brujas de la Barroca, tienes suerte si les caes bien
Se cuenta, que hace muchísimos años, se reunían las hechiceras para bailar y cantar. En una noche de aquelarre, un hombre jorobado caminaba por el lugar y tuvo el encuentro con las brujas que estaban cantando “lunes , martes
El Fantasma del Campanario: Regresó donde se quitó la vida
Leyenda de Zacatecas. Esto pasó en Fresnillo, los organistas, el sacristán, los del coro y monaguillos, de la iglesia de la Purificación que cuando terminaban sus obligaciones y bajaban por las escaleras, corrían como “pies para que