Casa Carranza. Allí se veló su cuerpo

(26 2018) Leyenda de México. Es la casa donde vivió por años el héroe revolucionario Don Venustiano Carranza con su esposa. Y con el tiempo se transformó en residencias  de importantes gentes. Presencias insondables que aparecen y desaparecen repentinamente y escándalos sin sentido, es un lugar que guarda seres que algunas personas pueden contar. Hasta lo que es ahora, un lugar de múltiples demostraciones culturales.

En la sala de la casa, se veló el cuerpo de Carranza y el de los diputados Constituyentes ahí se conservan pertenencias del primer Jefe. Se cuenta, que predijo su muerte, pagó seis meses de renta por adelantado. Fue asesinado en Mayo de 1920, la casa se ubica en la calle Rio Lerma 35 en la Delegación Cuauhtémoc, es conocido como Museo Casa Carranza. También, esa casa sirvió como cuartel general en el año 1913. Se cuenta, que en la sala de velación, se escucha los murmullos de las oraciones del velorio, se oye el llanto de Julia la hija, de los medios hermanos y de la querida Ernestina Hernández.

En 1920 se junta la gente para ver el funeral desde afuera de la residencia, hasta en 1961 se entra en el inmueble. El presidente Adolfo López Mateos lo convierte en Museo Casa de Carranza. Una magnífica casa porfiriana con 13 salas, tiene los siete álbumes sobre Carranza y la colección de fotos de las excursiones a la Cañada de Querétaro y al Desierto de los Leones.

Se ha visto gente con ropa antigua

En las cámaras de vigilancia se cuenta que en las grabaciones se ve gente con ropa antigua.   

Hay personas sobre todo exempleados que aseguran que han escuchado y visto presencia de entes en este lugar que tiene más de 100 años de antigüedad.

En esta actividad paranormal, un empleado de limpieza que trabajó como unos 8 años se empezó a familiarizarse con los ruidos y sombras que pasaban lentamente de un lugar a otro. El dice; que cuando termina de trabajar se sienta un momento, es cuando escuchan que las puerta se abren y cierran con fuerza y ha visto seres que se desplazan por todos lados y atraviesan paredes. Para él se convirtió en algo habitual, no hacía caso, como quien dice “se agarraba bien los productos de gallina” y seguía con sus labores, no se podía dar el lujo de dejar o abandonar su trabajo.

Una exsecretaria la señorita Ferriño, también trabajo muchos años en ese lugar, ella cuenta que en una ocasión se quedó sin aliento. Una tarde estaba sentada en su escritorio y vio pasar una persona vestida color caqui, un hombre alto que pasó de largo, ella se levanto y fue tras de él para decirle que el Museo estaba cerrado, revisó y nunca lo encontró y después recordó que hasta los pasos de hombre escucho al caminar.

Yyy ya

Autor: Elsy Alonzo

Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.

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