La Tunda una mujer vampira y fea
Leyenda de Colombia. Un espíritu de mujer peligrosa, repugnante, con un pie parecido a una raíz de árbol y el otro el pie de un bebe. Se cuenta, que roba a los niños que no se portan bien y a los que no están bautizados. Es una bestia
Creencias en Día de San Juan
Tradición de los pueblos mayas en Yucatán. Costumbre milenaria de darle de fajazos o cintarazos a los árboles que no les da la gana de dar fruto, o son árboles grandes que dan el fruto malo y cacaruso. Ese día hay que cortarse el
Leyenda de la mujer maldita.
Leyenda de Hunucmá Yucatán. Se habla, de un espectro de mujer que la han visto caminar en el aire y oír sus lamentos en algunas calles del pueblo cerca de donde vivía, muchas personas dicen que cuando pasan en la puerta de la casa
Los Duendes: leyenda de México
Leyenda de México. Que los duendes son hombres muy pequeños, más chiquitos que un niño, se dice que el primer duende era un ángel, un día Dios salió a pasear y el ángel se sentó en el trono del Padre, anteriormente ya se lo
Brujas, calderos y guajolotes negros en Zinacantepec
Desde hace muchísimos años la comunidad de Zinacantepec es famosa como cuna de hechiceras. Cada vez que se habla de estas mujeres místicas, se piensa en hechizo de pócimas, calderos hirviendo sobre una candela alta y bolas de fuego
Lady Godiva recorrió el pueblo desnuda
Leyenda Medieval Inglesa. Esta mujer le pidió a su esposo que bajara los impuestos, él era un noble, pero un noble sinvergüenza. Él se portó como un caballero accediendo a la petición de su mujer pero con una condición, que
La bruja que encerró espíritus de infantes en su árbol
Leyenda de Aculco, Estado de México. Se cuenta, que por venganza, una hechicera encerró las almas de unos niños. Se deshizo de ellos y su energía los encerró en su árbol. Las señoras se burlaban de ella porque no tenía hijos y
La Tumba, encadenada para que los restos no salieran
Leyenda de Sinaloa. Los enterraron en la misma caja y los sepultaron. Pero al día siguiente aparecían los cuerpos tirados en la calle, lejos del panteón, alguien sacaba los restos para que no descansaran en paz. Era el año 1890, en