El negro Juan, tuvo un amo desgraciado

(20 abr 2012) Leyenda de Campeche. Hasta ahora en el edificio de Cuahtemoc se oye al fantasma de Juan arrastrando sus cadenas. El esclavo era muy maltratado por el patrón. Descubrió que los sacos estaban llenos de oro, era un contrabando. El cacao era solo una pantalla. El amo se encolerizó cuando supo que Juan ya sabía el secreto. Se cuenta; que hasta ahora se escucha por las noches, las cadenas del fantasma del esclavo, que arrastra por todo el edifico. Es la casa que se conoce como edificio Cuahtemoc.

Era un esclavo negro llamado Juan le servía a su amo un español, este tenía un negocio del cacao. Juan trabajaba día y noche casi no descansaba,  era muy mal tratado por su amo a veces no le daba de comer, los dos vivían en la casa que es hoy el Edificio Cuauhtémoc. El esclavo estaba dedicado al trabajo que se necesitaba la fuerza bruta, también recolectaba cacao, su amo le hacía cargar pequeños costales que pesaban mucho, tenía que llevarlos de la puerta de la propiedad hasta el sótano. Una noche el amo lo mandó a descansar, el esclavo le dio curiosidad para saber que tenían los costales que todas las noches cargaba y se puso a espiar a su amo y vio que hablaba con unos hombres es cuando se dio cuenta que los sacos estaban llenos de oro. La actividad del amo era el contrabando de oro, el cacao era usado de pantalla.

Se encolerizó el patrón

El amo se dio cuenta que Juan ya sabía el secreto, eso lo encolerizó, le ordenó al esclavo que lo esperara en el sótano y Juan obedeció, el español cruelmente lo encadenó y lo encerró en una cueva del sótano, nunca más se volvió a saber de Juan la servidumbre se preguntaba sobre él, en la casa por las noches se escuchaban ruidos de cadenas y gritos desesperados pidiendo ayuda, ninguno de los sirvientes se atrevía a preguntar al amo de los lamentos por las noches.

El patrón le llevaba comida y agua  a Juan, era el único que sabía el lugar donde estaba encerrado el esclavo, pasó el tiempo y seguía con la misma situación, no le quedó más remedio que acostumbrarse al encierro así pasaron meses, aunque sus amigos lo buscaron pero nunca dieron con él, cuenta; la leyenda que un día fue asesinado el español, por los contrabandistas del oro, Juan murió de hambre y sed su amo era el único que sabía donde estaba. Se cuenta; que hasta ahora se escucha las cadenas arrastrándose y lamentos dentro del edificio.

Autor: Elsy Alonzo

Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.

Fuentes de información

1. www.lavozdegalicia.es

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