(29 2012) Leyenda de México. Un hombre rico, no le importaba que su mujer se esté muriendo, lo único que quería era a su hijo que acababa de nacer. Doña Catalina sentía que se moría y quería confesarle la verdad. El niño quedó huerfano de padre y madre. Don Miguel mató a su compadre. Un espectró quería abrazar y proteger al bebe.
Un hombre adinerado de la Nueva España llamado Miguel de Alarcón se convertía en padre, su esposa doña Catalina se encontraba en trabajo de parto, después de unos minutos nació un varón. La señora todavía en cama le aquejaba una enfermedad pulmonar, que poco a poco su vida se le acababa. Parecía no importarle a don Miguel, su primogénito lo tenía cautivado.
Catalina sintió que era hora de su muerte le dijo a su madre (ella siempre a lado de su hija cuidándola) que vaya en busca de su esposo para despedirse, doña Margarita fue y su yerno renuente acudió para ver que quería, cuando la vio ella le dijo; quiero confesarte algo y el contestó; confesar ¿por que no llamaste a un sacerdote? Ellos escuchan confesiones.-Voy a decirte algo del niño…….-
Doña Margarita estaba con el nene y escucho como se aporreaba una puerta era don Miguel molesto que le avisaba que su hija había muerto, el hombre salió a la calle furioso dando otro portazo, ella con mucha tristeza fue a ver a su hija muerta.
Después de horas llegó don Miguel lleno de sangre por una herida con la ropa rasgada, se dirigió al cuarto del niño con mucho trabajo caminaba con dificultad cargó al bebe y subió a la azotea, la abuela los observaba desde el patio cuando tuvo el mal presentimiento grito a los sirvientes para que lo detuvieran con el forcejeo con los criados le arrebataron al niño.
Don Miguel mató a su compadre
El cayó y murió, el niño quedó huérfano de papá, también. Los chismes corrían en la región doña Margarita supo que el día que murió Catalina, don Miguel mató a su compadre. En ese momento cosas extrañas suceden en la casona, gemidos, ruidos, pasos, las puertas y ventanas se cerraban y abrían, los objetos cambiaban de lugar.
Un espectro quería abrazar al bebe
Un buen día en la casa, la abuela y Serafina su sirvienta, vieron una neblina que tomaba forma de figura humana, ambas corrieron al cuarto del niño para cuidarlo pero antes que llegaran un espectro se interpuso, la mujer con todas sus fuerzas logró abrazar al niño, el espíritu lo aprisionó y quería sacarlo de la propiedad; la neblina desapareció y una aparente tranquilidad volvió.
Las apariciones fueron más frecuentes, el terror de los sirvientes hizo que abandonaran su empleo, nadie quería estar ahí muchos de ellos tenían miedo de morir ahí adentro, Serafina la única que se quedó con doña Margarita vio manchas de sangre en el pasillo; aviso a la señora y enseguida lo limpiaron para evitar nuevos chismes. Esa misma noche fenómenos sobrenaturales las mantuvieron aterrorizadas; las puertas se azotaban, los vidrios estaban, objetos caían al piso, sollozos y gemidos se escuchaban por la casa.
El alma en pena de Catalina
Doña Margarita comenzó a rezar, por el miedo no recordaba las oraciones completas las decía a la mitad, lo aterrador fue después, el sonido de pasos estruendosos se acercaba a ella. Se escucho una voz y le dijo;- que no tenga miedo, era el alma en pena de Catalina su hija. Tienes que sacar a mi hijo de aquí, él le quiere hacer daño- desapareció.
Serafina preguntó, porque no abandonaban la casa, Margarita dijo: mi hija no descansa en paz no puedo irme. Anda a casa de mi otra hija, llévate al niño. La fiel Serafina llevó al niño a un lugar seguro y regresó acompañar a doña Margarita para combatir el mal, las dos intentaron salvar el alma de Catalina, esperaron pacientemente al espectro un aire helado se sintió, era Catalina que se lamentaba.
¡Tienes que ayudarme mamá!, le dijo que la ayudaría, solo indícame que hacer, la hija explico; la mujer que cuidaba al niño murió y uno de sus familiares lo trae, no dejes que entre. Hay mucha maldad en la casa, Miguel le va hacer daño. Margarita- porque la molestia de Miguel- la hija le confesó que el bebé no era de Miguel,- me enamore de don Enrique el día que me case, nos vimos muchas veces a escondidas él se olvido de mi y se casó, sentí que moría y la necesidad de confesar mi traición él lleno de ira apretó mi cuello y acabó con mi vida; fue por don Enrique y lo mató.
Margarita con pesar escuchaba, no permitiría que el niño pisara la casa, el fantasma de Catalina se desvaneció Serafina sugirió traer un sacerdote para que bendijera la casa y los espíritus descansaran en paz. Doña Margarita ya no podía permanecer en la casa, su hija había mancillado el honor de don Miguel el dueño de la propiedad, prepararon su equipaje solo esperaban al niño para marcharse, no sabían que el espectro de don Miguel también esperaba al niño, tocaron la puerta y el fantasma se materializó y agarró al niño. El espectro lo llevó a la azotea donde planeaba aventarlo, doña Margarita suplicaba que le devolviera a su nieto. Cuenta la leyenda, en lo alto de la casona se veía al niño sujetado por una sombra quien a su vez peleaba con un fantasma durante esa lucha el niño fue arrojado al vacio presintiendo lo peor, cuando llegaron con el niño estaba sonriente, sentado en una prenda que amortiguó su caída milagrosa. - ¿ése es el vestido en que enterramos a Catalina? Preguntó, Serafina, -fue ella la que lo salvó-. Pero quien era el espíritu que peleaba con don Miguel-, - a lo mejor era su verdadero padre.
Aquella casona fue abandonada nadie quiso vivirla, por las apariciones constantes, fue demolida, hicieron un edificio, los inquilinos se van y vienen no aguantan los fenómenos sobrenaturales que hay, don Miguel sigue merodeando.
Yyyy ya.
Autor: Elsy Alonzo
Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.
Fuentes de información
- masleyendas.com
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