La confesión maldita: Leyenda
Leyenda de México. Un hombre rico, no le importaba que su mujer se esté muriendo, lo único que quería era a su hijo que acababa de nacer. Doña Catalina sentía que se moría y quería confesarle la verdad. El niño quedó huerfano de
La bruja maldita del bosque de Palmillas
Leyenda de Escuinapa Sinaloa. Hace muchísimos años los lugareños le atribuyen a este oscuro personaje, la defunción de niños y recién nacidos en el municipio, pero la realidad nadie pudo comprobarlo. Una de las comunidades más
La Casona de Fidel un lugar maldito
Leyenda de México. Es una de las casas mas terroríficas y endemoniada de esta antigua colonia de la ciudad. El esposo heredó la propiedad y la pareja mandó arreglar la casa, para vivirla. Pues no lo van a creer, por más que hicieron
El árbol de la bruja triste.
Leyenda de Guerrero.- En un rancho llamado “El Centro” ubicado en un cerro, hace muchos años se dejaban ver brujas convertidas en animales, por las noches se guardaban por los sendero de paso, para esperar alguna persona y chuparles
"Luna de Miel", leyenda de la frase
A los recién casados en la época de la Edad Media ( siglo V – XV) les obsequiaban un poco de miel pura, para que la probaran, lo tenían que tomar a sorbitos, esa misma noche a la intemperie, a la “luz de la luna” era un culto a
Maria de Angulo: Un curandero salvó a su hijo
Leyenda. Chiapas de Corzo, México. Los Parachicos. Ella repartía dinero diciendo, "para el chico, para el chico". Una dama distinguida, que su hijo padecía una extraña enfermedad acude a un curandero de Chiapas para que le den un
Los Milagros de Fresnillo, El niño y la Ciénaga y el Filón de oro
Leyenda de Zacatecas. Esto ocurrió por el año 1044, en una de las visitas de Fray Juan de Angulo. Cada ves que viajaba de Sombrerete a Zacatecas llegaba a este lugar a saludar a sus amistades, ya que era merecedor de muchas atenciones
Matlazihua, un ente que va detrás de los infieles
Leyenda de Oaxaca. La Matlazihua, persigue a los mujeriegos y ebrios. En la época de Porfirio Diaz se decía que en los montes, cerros y a la orilla de los ríos se veía a una mujer de caminar candencioso que acechaba a los hombres que