(19 2021) Mitología Hinduista. Los Nagás son seres semidioses inferiores, que tienen forma de serpientes. En el texto épico Majabhárata en el SigloIII a. C. su representación son negativas. Se les retrata como las víctimas que merecían la muerte, en el sacrifio de las serpientes, en el “sarpa iagñá”. Y la rapiña en manos de “Garudá” el hombre ave.
El escrito les nombra “perseguidores de todas las criaturas” y dice que los reptiles tenían gran poder, exceso de fuerza y veneno muy virulento siempre tratando de morder a otros seres. Los nagas juegan un papel muy importante en las leyendas contadas en los enunciados, frecuentemente no más malvados y mentirosos que los demás protagonistas, incluso a veces del lado de los buenos.
En los escritos aparecen en forma de humanos y serpientes o solo de forma humana o solo de reptil.
Hay un ejemplo como Sesha el príncipe nagá, como sostiene el mundo sobre sus capuchas, aparece como un delicado asceta humano. El cabello recogido con un rodete, con ropa vieja y su piel seca debido a las austeridades que estaba practicando. Brahma el dios quedó complacido con Sesha y le encargó sostener el mundo en su cabeza. Sesha se asoma con las cualidades de una serpiente. Entra por un hoyo en la tierra y se desliza hasta el fondo donde carga la tierra sobre su cabeza.
Los nagás tienen hostilidad con Garudá
En el Majabhárata (texto épico) Garudá es el gigantesco hombre pájaro.
El sabio Kashiapa tuvo dos esposas Vinata y Kadrú, La primera quería tener pocos hijos y la otra muchos, pero eso sí, muy poderosos. El sabio les cumplió sus deseos. Kadrú puso mil huevos de los que salieron culebras y Vinata puso dos, Aruna y Garudá.
Por una loca apuesta Vinata y Garudá se convirtieron en esclavos de Kadrú así que tenían que obedecer a las serpientes. Garudá cumplía todos los caprichos de los nagas así creció su rencor. Garudá les preguntó a los nagas como se liberaría de su cautiverio, que solo que le trajera el “elixir de la inmortalidad” el amrita y queda libre.
Garudá le roba el elixir a los dioses y se lo dio a las serpientes, él cumplió, pero con una trampa evitó que se las repartieran y no alcanzaron la inmortalidad. Desde ese momento Garudá las consideró enemigos y comida.
La condenación de Kadrú
Kadrú es la madre antigua de las culebras, hizo una apuesta con Vinata su hermana, cuya garantía que la perdedora sería esclava de la ganadora. Para asegurar su victoria Kadrú pide ayuda a sus hijos, ellos se negaron y los maldijo para que murieran en “un sacrificio de reptiles” que realizaría un rey Yanam Eyaia, hijo de Majarash Paríkshit.
El rey de las serpientes naga, Vasuki supo de la maldición, fue a buscar al asceta (persona que vive apartada) Yárat Karú para ofrecerle en matrimonio a su hermana, así quedó registrada en la leyenda como Yárat Karú Priiá. De la Unión del humano con la serpiente nació un niño con la piel con estrías y brillante. El niño se llamó Atiska.
El Rey Yanam Eyaiá empezó el sacrifico de serpientes, especialmente para matar a “Taksaka”, comenzó atraer al fuego a todas las serpientes del mundo, quería acabar con ellas. El sabio Atiska se acercó y le elogió su proceder al rey y el le dijo que le pidiera lo que quisiera y se lo concedería. Atiska le pidió que acabara con el sacrificio de las serpientes. El rey cumplió, acabó con el sacrificio.
En el note de la India, hay aldeas que se hacen llamar “nagá vanshi” tienen linaje de los nagas.
Varuna el dios védico de las tormentas, se le considera el rey de los nagas. En el Patala viven los nagas, séptimo planeta del inframundo.
El NAGÁ
Los nagás, son seres míticos típicos del subcontinente indio. Pueden adoptar varias formas como la de una serpiente con varias cabezas, como humanos con la cabeza adornada de serpientes incluso como hibridos de cuerpo humano y cola de serpiente. Estan ligados al mundo acuatico y personifican el deseo y la seducción. Se dice que su madre, Kadrú quería que fuesen inmortales haciendo que bebiesen su posión de la inmortalidad. Esto se quedó soo en un deseo ya que el mítico pájaro Garudá hizo desaparecer la poción mágica originando la rivalidad y la guerra.
Entre los nagás más poderosos se veneran a antiguas serpientes que eran capaces de hacer haparecer ejercitos de monstruos. Su poder se acentuaba durante el período de guerra.
Una cola especial. La típica forma de naga híbrida, con cuerpo humano y cola de serpiente suele reservarse casi siempre al género femenino y se denomina naguiní. A esta criatura le gusta unirse a los humanos y se le conoce como antepasada de nobles familias indias.
Se dice, que el mundo de los nagás se encuentra bajo el nivel del maro según otras fuentes, en los infiernos. Las ciudades hacen alarde de espléndidos palacios colmados de riquezas de los que los nagás son guardianes.
Autor: Elsy Alonzo
Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.
Fuentes de información
- www.bibliotecapleyades.net
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