Las tres morillas de Jaén

(07 mar 2019) Jaén, ciudad de Andalucía, España. Dice la leyenda, que cuando el palacio mora de Abrehui ahora es el castillo de Santa Catalina, al señorío del capitán Solimán que disfrutaba de la confianza del Rey Jienense Alhamar, ese sufrió la muerte de su esposa cuando tuvo trillizas, Aixa, Fátima y Marien. La niñas se transformaron en unas hermosas mujeres, que todos del reino hablaban de su belleza. Su padre celoso las puso en un lugar seguro, fuera de miradas masculinas.

Un mensajero (soldado) del rey llegó y le entregó una carta al rey moro. Alhamar alojó al militar en el palacio, mientras pensaba lo que le iba a decir en respuesta de la misiva del al otro rey. El soldado resultó ser un noble caballero familiar del rey de Castilla y eso hizo que Solimán lo invitara a cenar. Las chicas entraron abruptamente a la sala donde estaban ellos, vieron al muchacho, ruborizadas salieron como entraron. Solimán al comensal le dijo que a sus hijas se las presentaría oficialmente y este se entusiasmo para conocerlas.

A los cinco días Alhamar ya tenía preparada la carta para el rey castellano, el enviado se tuvo que regresar.

Pasaron los meses y el caballero no se le olvidaba las tres moras y fue a Yayyán con la esperanza de verlas. Cuando llegó a la ciudad, la forma de entrar al castillo, era por el huerto, incendió unos matorrales, para burlar a los guardias y se subió por un muro aprovechando la quemazón, las tres morillas corrieron a guardarse al castillo.

El caballero, se guardo en el  huerto del palacio y esperó que ellas regresarán Aixa, Fátima y Marien salieron de la fortaleza cantando . Despacio se acercó a ellas y les preguntó si ese caballero era él, las vio y se enamoró de ellas

Un amor inconcebible

Aixa, llorando le dijo al soldado que su padre ya les había comprometido con un poderoso hombre de Granada, familiar de Alhamar.

Aprehendido

Las hermanas entraron al castillo y él quiso seguirlas y un guardia lo apresó enseguida y lo llevaron con Solimán, lo reconoció y preguntó el motivo de su visita, a los que el muchacho no respondió y Solimán se encabronó, pero no dijo nada se aguantó, recordó que era familiar de Rey de Castilla Fernando III y quedó pendiente para acusarlo con el Rey moro Alhamar.

A los pocos días llegó el monarca y hablo con el caballero y el rey moro decidió conocer a las tres moras, convocó al pariente granadino que quería casarse con las moras, Alhamar se dirigió a su capitán, y les dijo que esos hombres estaban enamorados de sus hijas, el caballero cristiano prefería a Aixia. Fátima y Marien “ellas mismas decidieron con quien casarse” dijo el rey moro.

Nostalgia

Solimán le dijo, a su señor que aunque tuviera cien hijas se las entregaría, pero si solo desea una no se la va a negar. A su primo le prometió las tres morillas. “Pero mi corazón se acongoja a tener que dar mi Aixa a un cristiano, no por su religión, se que es un buen caballero de hombría y linaje, se ira lejos y no volveré a verla”. El caballero prometió que lo visitaría una vez al año, Fátima y Marien eligieron a sus esposos. El rey moro envió una carta al rey Fernando III. El rey de Castilla apadrinó la boda del caballero y Aixa, fueron a la ciudad de Úbeda, y se celebró el bautizo de la hermosa mora, para el matrimonio católico.

Yyy ya.

Autor: Elsy Alonzo

Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.

Fuentes de información

1. www.youtube.com

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