La Cueva del Toro, un caballero que se convertía
Leyenda de Campeche. En el barrio de San Román, en la época de la Colonia, los pobladores temían salir de noche según ellos era muerte segura, ya sea del susto porque andaba una feroz bestía por los caminos. Cada vez que cierto
Leyenda, el ladrón del cementerio
Leyenda de Mexico. Hace muchos años en la época de la colonia había una anciana de alta estirpe descendiente de uno de los conquistadores. Esta señora vivía sola en una vieja casona que parecía que se iba a caer de un momento a otro.
La Miseria, Leyenda Criolla
Se cuenta que había un individuo llamado Miseria y era herrero. Estaba cansado de la pobreza que no tenía ni para darle de comer a su familia y le entregó su alma al diablo por tres bolsas de oro. Pero en un año satanás venía a
La leyenda de la Virgen del Roble
Leyenda de Nuevo León. Es una de las tradiciones de más arraigo que hay es la que se relaciona con la Virgen del Roble. Patrona de la Arquidiócesis de Monterrey. Pasó en el año 1592, Fray Andrés de León misionero franciscano colocó
El ahorcado de San Andres Tuxtla y La leyenda del Ahorcado
Leyenda de Veracruz. Se cuenta, que un joven de nombre Fernando salió de su trabajo más tarde que de costumbre pues hizo horas extras. Vivía bien lejos y pronto se iba hacer de noche, así que decidió tomar un atajo para llegar pronto
El Fantasma del Campanario: Regresó donde se quitó la vida
Leyenda de Zacatecas. Esto pasó en Fresnillo, los organistas, el sacristán, los del coro y monaguillos, de la iglesia de la Purificación que cuando terminaban sus obligaciones y bajaban por las escaleras, corrían como “pies para que
Leyenda La Carbonera de Chuburná Puerto
Leyenda de Chuburná Puerto Yucatán. Desde alta amar, por las noches, algunos pescadores cuentan que ven a lo lejos grupos de incendios, en los terrenos de la carbonera. Y en la playa se ven como fogatas y gente a los lejos. Se
Ahorcaron a un difunto: Leyenda Colonial
Leyenda de México. El 7 de Marzo de 1647 los vecinos de la Nueva España que transitaban por las calles delante de las Casas Arzobispales, como a las nueve horas de la mañana, veían admirados un evento muy frecuente en aquella época.