El Hombre Cuervo, lideraba la parvada

(04 2022) Leyenda de Coahuila. Sus compañeros eran los cuervos, aves de mal agüero, pájaros mal comprendidos. Muchas leyendas lo señalan mensajeros de la muerte, camaradas del diablo, su hogar una vieja casa en el pueblo de Castaños Coahuila. Lo repudiaban por la gente por qué lo consideraban El Hombre Cuervo.

Así lo señalaban, por qué tenía un criadero de estas aves. El caso es que decían, cosas increíbles, algunas tergiversaciones de la verdad, pero no era falso que todas las noches esas aves sobrevolaban el cielo de Castaños, pero había uno de ellos muy grande e imponente que los lideraba y se parecía a Martín.

La leyenda cuenta, que en el pueblo había una mujer de nombre Elodia, era joven y poco escrupulosa que no tenía remilgos a la hora de irse con un hombre, ya fuera casado o no, le prometían unos billetes o una noche de pasión, ahí se iba con ellos.

Sin embargo, Elodia también era la comadrona, sanaba males porque sabía de hierbas y plantas y provocaba secretos del infierno. A ella le echaron la culpa, como la creadora de Martín.

Se cuenta, que la única compañía que tenía Elodia era un cuervo muy negro (decían, que era el mismo demonio) que vivía en su pocilga, esta ave salía a cada rato a volar y regresaba a casa de su ama. El cuervo no causaba males, pero la gente le temía.

Martín se presentó al jacal de Elodia, mostrando unos billetes, le pidió caricias, la pesada bruja lo despreció por andar borracho, Martin era un hombre muy feo, obeso y borracho a ninguna mujer despertaba pasión ni por dinero.

Pera Martín no estaba dispuesto dejarla ir, él quería con ella, atacó a la mujer que gritaba horrorizada, sin saber cómo defenderse mientras el cuervo revoloteaba nervioso ante el ataque a su ama. En medio del alboroto, la infeliz Elodia le ordenó al cuervo que lo atacara, el pájaro le empezó a darle picotazos al atacante, le buscaba los ojos. Martín, se protegía la cara con un brazo, con el otro tanteaba el sitio hasta que agarro un hacha. Con su mano, abanicaba el hacha, cuando Elodia percibió que su mascota estaba en peligro, se expuso ella misma y ella recibió el hachazo en el pecho, antes maldijo a Martin que se iría al infierno. El cuervo revoloteo sobre el cadáver de su ama, el pájaro emitió un graznido sonoro y espeluznante, que salió volando, seguido del  asesino que evadió su responsabilidad del crimen. Los humanos no lo castigaron, el demonio se prestó para hacerlo.

Martín, se fue a las afueras del pueblo, repudiado por todos, con la pegajosa presencia del ave tenebrosa que lo seguía como sombra. Pronto llegó otro cuervo y otro y otro, hasta que se hicieron muchos.

Los cuervos habitaban en la casa de Martín y no era que él los criara, sino que se convirtió en su líder. Cuenta la leyenda, que la parvada y él, salían todas las noches a volar. A Martín lo mataron un grupo de personas molestas que querían acabar con los cuervos. Se cuenta, que con cada pedrada que le daban al hombre un cuervo iba cayendo muerto, el día que murió Martín también lo hicieron sus aves.

Autor: Elsy Alonzo

Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.

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