Cernégula: guarida de brujas y el salvador
Leyenda de España. En la provincia Burgalesa de Cernégula, es bien conocida como el pueblo de las hechiceras. Cuenta la leyenda que en la laguna se reunían todas las adivinas de Castilla para realizar sus aquelarres y ponerse al día de
La brujas de Malvas y las bolas de fuego
Leyenda de Irapuato, Guanajuato. Esta leyenda se motivó entre el vecindario de Malvas y Rancho Grande en la que un muchacho campesino fue embrujado por una supuesta bruja, que con su hermosura y su encantadora voz logró que este joven
Las brujas de la Barroca, tienes suerte si les caes bien
Se cuenta, que hace muchísimos años, se reunían las hechiceras para bailar y cantar. En una noche de aquelarre, un hombre jorobado caminaba por el lugar y tuvo el encuentro con las brujas que estaban cantando “lunes , martes
La Serpiente Petrificada puede cobrar vida
Leyenda de Zacatecas. La gigantesca serpiente se puede ver desde cual quier sitio. Que despierte o siga petrificada depende del comportamiento de los pobladores. La ciudad de Fresnillo fue llamada Ojo de Agua del Fresnillo. En sus calles
Imbunche, un engendro de criatura
Leyenda Mapuche, de los pueblos indígenas de Chile y Argentina. Se cuenta que era un recién nacido normal que fue regalado a los brujos, este bebe tenía que ser el primogénito del matrimonio. Se dice que los hechiceros lo empiezan a
Las brujas de Tecozautla salen en noche de luna
Leyenda de México. En el municipio de Tecozautla Hidalgo. Los campesinos cuentan que en noches de luna se ven extrañas bolas de fuego que brincan de cerro en cerro. Se cuenta que son brujas haciendo danzas satánicas y ellas son esclavas
La Cueva del ojo de la Bruja: Un pasadizo a otros mundos
Leyenda de Granada España. Soportújar es un pueblo que ya se adaptó y le sacaron partido al sobre nombre que llevan sus habitantes “brujos y brujas”. Desde la edad media aparecía Soportújar con un lugar de hechiceros. Desde el
Las Brujas del Cerro de San Miguel se lanzaban en picada al pueblo
Leyenda de Atlixco Puebla. Las bolas de fuego que rodeaban el cerro parecían bailar, eran brujas que ahí se reunían para ir al pueblo y olfatear a sus víctimas. Hace muchos años, al llegar la noche los pobladores cerraban sus ventanas