El duende de El Retiro que maravilló al Rey Felipe V

(21 mar 2019) Leyenda de Madrid. Se cuenta, que los novios que ven al duende, tendrán la suerte de tener una relación apasionada y para siempre. El Retiro, es un parque madrileño que en la antigüedad fue cobijo del Rey de la dinastía Borbón, Felipe V en el Siglo XVIII. Era un jardín privado del reino y alguien se coló en el recinto, un hermoso e inexplicable ser, para el rey y los jardineros era un misterio. Hay una escultura de este protagonista.

El Retiro, construido en el Siglo XVII, es una añeja posesión real hecha por el conde – duque de Olivares (1587-1645) para su entretenimiento del Rey Felipe IV (1605-1665). Su uso urbano se remonta en el año 1767 en que el Rey Carlos III, permitió la entrada al público (1716-1788). Tiene una superficie de 118 hectáreas, un perímetro de 4.5 km., con 19,000 árboles de 167 especies. Era el lugar de los nobles para la meditación espiritual y diversión.

Maravillado el Rey Felipe cuando salía a los jardines

En la época del Rey Felipe V, cuando consiguió el trono, visitaba los jardines, lucían flores de muchas especies y de las más bellas del reino, flores que los jardineros no habían plantado, estos trabajadores quedaban sorprendidos de lo que ocurría. Dijeron que vieron a un duende de rostro grotesco que cuando se dejaba ver, por donde corría se llenaba de hermosas flores en el camino.

Duende del amor

Ahí va la leyenda; se cuenta, que el rey Felipe V quedó fascinado con las plantas (como que el duende consentía a este rey) por las noches no había nada pero cuando salía el monarca todo estaba lleno hermosas flores, los jardineros no se lo explicaban lo que sucedía, cortaban, sembraban y al día siguiente ya habían crecido los arbustos. Se cuenta que algunos trabajadores vieron al duende y se dieron a la tarea de cazarlo, muchos intentos y no pudieron capturarlo.

Muchos años después el reino donó ese jardín y se hizo un parque público, convirtiéndose en un lugar de encuentros amorosos, ahí se escondían los novios entre los matorrales y vegetación, algunas parejas aseguraban ver al duende con herramientas en las manos, entre las flores. Se dice, que este ser, bendice a los novios que lo logran ver, que no se vuelven a separar, por que los unen con magia a un amor apasionado entre ambos.

Nadie lo capturó. En el año 1985 José Noja lo congeló con el tiempo como una estatua y permanece sentado en una jaula de la Casa de las Fieras, esa jaula lo ocupo unos osos. Que desde ahí, ve su obra esplendida. Un bello homenaje al encargado de que el retiro se engalane de flores hermosas en cada Primavera.

Es un parque espectacular, considerado el pulmón de Madrid.

Y yy ya.

Autor: Elsy Alonzo

Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.

Fuentes de información

1. viajestic.atresmedia.com

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