Las Brujas de Coiro: la campana las convocava

(24 2020) Leyenda de España. Se cuenta que hace muchísimos años pasaba. Que en la Playa de Coiro, un lugar público como “Áreas Gordas” junto a una fuente, las brujas festejaban en grande un aquelarre, sobre todo la noche de San Juan para llamar a las ánimas en pena ambulantes de la zona. La protagonista principal es la Campana de la Iglesia de Coiro. Ya que tañía para una reunión Brujeríl; dicha  Campana se hizo famosa porque “tañía sola” Así lo atestiguo el Padre Sarmiento en su libro “Viaje a Galicia” en el año 1745.

En Coiro, en la península del Morrazo también nombrado como la península de las brujas. Se levanta en un montículo un imponente campanario de San Salvador de Coiro. Una Campana que llamaba sola para la reunión de adivinas. El mismo sacerdote Sarmiento, dibuja unos símbolos que tenía la base de la Campana, que el advierte como crédulo y de protección contra las hechiceras y que al parecer lo hizo el campanero de Coiro. Son muchos los autores que hablan a lo largo de muchos años entre Coiro y las nigromantícas.

El reciente fue Juan G. Atienza en “Guía de la España Mágica”, dedica parte de la Ruta por la Península del Morrazo a esta inexplicable Iglesia, “ Las brujas Cangas son una tradición especial dentro de la gran tradición brujeril gallega. Porque allí, muy cerca del pueblo, en el arenal de áreas gordas, que pertenece a la parroquia cercana de Coiro, se reunían en los días claves de aquelarre, convocadas por una campana que tañía sola en la iglesia y que el padre Sarmiento tuvo ocasión de ver allá en 1745.- Muchas de aquellas mujeres de las que Cunqueiro asegura que no fueron más que pobres locas perturbadas por el asalto berberisco- terminaron sus días en los calabozos inquisitoriales, como la pobre María Soliña que cantó Celso Emilio Ferreiro en un poema que casi se ha convertido en canto nacional gallego.

La leyenda de María Soliña nos lleva a la Galicia más supersticiosa. Jesús Calle en “Breve historia de la brujería” dice; "A este aquelarre asistía María Soliña de Candas de Morrazo, que fue acusada de ello en 1621 cuando contaba con 70 años de edad, con declaraciones de varias personas que desencadenó una persecución brujeríl en la parroquia de Coiro. Las encausadas alegaron que eran viudas y que tan solo se reunían al toque de la campana en 1617 para charlar. No sirvieron de nada sus alegaciones, solo tras ser torturada, declaró ser bruja. Fue sentenciada en Enero de 1622 a reconciliación y confiscación de bienes que no tenía, obligándole a llevar Sambenito por seis meses”.

Se dijo, que esta persecución fue de odio y venganza entre vecinos e iglesia contra señoras que practicaban la sanación con yerbas. Todo eso se unió en que la iglesia quería reafirmarse en lugares paganos y pretendían dar “una lección” aquellos que ignoraran el poder de la religión católica. Y usaron a estas pobres viudas curanderas. Como chivos expiatorios.

Yyyy ya.

Autor: Elsy Alonzo

Aficionada a la lectura y escritura en especial a temas de leyendas.

Fuentes de información

1. otraiberia.es

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