Calle del Esclavo (regresó a vengarse)
Leyenda de México, Calle del esclavo es la 2da. esquina de República de Chile. Son dos leyendas, una se cuenta, que la casa número 3 vivió un esclavo de conducta ejemplar, la otra, el personaje del esclavo, fue un negro de conducta
El hombre que regresó como un perro
Leyenda de Oaxaca. Se cuenta que una noche un ejidatario regresaba a su casa y en el camino escucho unos gritos desesperados y creyó ver un perro de color gris oscuro, en lugar de ir a su casa se fue a la cantina y se lo contó a los
La Mujer del Camino o Mujer del Cementerio
Leyenda de Aguascalientes, En el año de 1934, en una noche una pareja salió a divertirse y en esa época era en los salones de baile, esa noche los novios discutieron y ella decidió regresar sola a su casa y como esta fuera de la ciudad
Calle de la Cruz Verde (fue aceptación de boda)
Leyenda de México. En la época de los virreyes, la entrada de México se llenaba de gente las calles y avenidas, por el día en que llegaba la comitiva que los monarcas hispanos enviaban. Era el cortejo de nobles y caballeros que
La brujas de Malvas y las bolas de fuego
Leyenda de Irapuato, Guanajuato. Esta leyenda se motivó entre el vecindario de Malvas y Rancho Grande en la que un muchacho campesino fue embrujado por una supuesta bruja, que con su hermosura y su encantadora voz logró que este joven
El Fantasma del Campanario: Regresó donde se quitó la vida
Leyenda de Zacatecas. Esto pasó en Fresnillo, los organistas, el sacristán, los del coro y monaguillos, de la iglesia de la Purificación que cuando terminaban sus obligaciones y bajaban por las escaleras, corrían como “pies para que
La Calle de las Tres Cruces: Fue por un amor imposible
Leyenda de Zacatecas. La casa de Don Diego de Gallinar era imponente, con sus tres pisos, junto a casas humildes a sus lados. Don Diego era tío y tutor de su sobrina una muchacha joven y bonita, ella era Beatriz Moncada acababa de salir
La Silla del Cementerio y El Gua gua Auca
Leyenda de Ecuador. Los guardias del panteón, fueron testigos de las visitas del enamorado. Decidieron colocar su silla en su tumba. El idilio de amor que tuvieron Josef y Elizabeth fue verdadero. Dos extranjeros y su repentino