Calle Y Colegio de Porta-Coeli
Era el año 1526, cuando llegaron los Dominicos a la Nueva España quisieron fundar su orden religiosa, su convento e iglesia, no lo pudieron hacer hasta que el gobernador Alonso de Estrada, les dio unos terrenos y ahí levantaron el
La Vampira de Mérida trabajaba como enfermera
Leyenda de Yucatán. Esto pasó hace como cien años casi en el centro de Mérida en la 73 x 42, mi abuelita nos relataba que a la vuelta de la casa vivía una mujer que no salía mucho de su vivienda. Ella era demasiada blanca con los
La Calle de las Tres Cruces: Fue por un amor imposible
Leyenda de Zacatecas. La casa de Don Diego de Gallinar era imponente, con sus tres pisos, junto a casas humildes a sus lados. Don Diego era tío y tutor de su sobrina una muchacha joven y bonita, ella era Beatriz Moncada acababa de salir
La Serpiente Petrificada puede cobrar vida
Leyenda de Zacatecas. La gigantesca serpiente se puede ver desde cual quier sitio. Que despierte o siga petrificada depende del comportamiento de los pobladores. La ciudad de Fresnillo fue llamada Ojo de Agua del Fresnillo. En sus calles
Diez, Leyendas de Tamaulipas
La niña el chico y el señor con cuernos, está ocurrió en la central camionera. La Mujer Vampiro, en ciudad Madero. La Bruja, que vive en el kiosco del parque. El Fantasma de Hernán Cortés, un espectro con armadura ronda por los
Los niños llorones, que les pusieron los pelos de punta a los reos y custodios
Leyenda de Mérida Yucatán. En la Av. Itzaes se ubica la ex-penitenciaria, los criminales peligrosos fueron huéspedes de ese lugar, vieron y sufrieron las apariciones de espectros infantiles, de niños llorando caminando en busca de sus
La Tishanila o Tisuga mujer sobrenatural que enloquece
Leyenda de Chiapas, Cultura Zoque. Un ente sobrenatural (Zoque) considerado como una mujer mala, también se lo conoce como “La Tisigua” en otras regiones. Este fantasma se encuentra en los senderos o en las pozas de los ríos, con un
La mesa maldita de la iglesia Parinacota
Leyenda de Chile. La muerte paseó incontable veces por las calles de Parinacota. Un aire helado enfriaba los muros del pueblo. No había nada que hacer. Aquella mesa endemoniada se arrastraba por las noches aterrorizando a los lugareños