La casa de la tía toña.
Leyenda de México. Se cuenta, que el fantasma tiene actitud hostil, cualquiera que algún despistado se acerque a la casa le tira piedras, se oyen risas de niños y gritos de mujeres, ven por alguna ventana la cara de una mujer mal
La casa de las Lagrimas o Museo Figueroa lugar de tragedias
Leyenda de Taxco, México. Asesinatos, amantes trágicos, lugar de torturas, espectros, todo esto envuelve el lugar a la célebre Casa de las lágrimas o Casa Figueroa. Taxco se ubica en el norte del estado de Guerrero y lleno de rincones
Promesas del Más Allá. El Sansón Ibérico
Leyenda de Nuevo León. Por los años 1905 Monterrey era una ciudad muy tranquila, por la calle de Comercio hoy llamada Morelos, había sitio de coches jalados por caballos. Uno de los cocheros Don Goyo era un hombre amable, atento y
El Tesoro del Padre García. Un gran jarrón con monedas de oro
Leyenda de Lampazos, Nuevo León. Se llenó de enigmas desde el año 1900. Se dice que desde esa fecha suceden muchas manifestaciones sobrenaturales, ven sombras humanoides que seguían a los trasnochadores que regresaban tarde a su
La Santa de Cabora. La Niña de Cabora es Teresa Urrea
Leyenda de Sinaloa. Una figura que tuvo mucha influencia en personas hasta que se convirtió en una leyenda, ella es Teresa Urrea. Su vida y muerte es una enseñanza en el ámbito religiosos y político que varios estados la recuerdan como
El ahorcado del panteón de Hocabá
Leyenda de Yucatán. Los pobladores, aseguran a ver visto a un hombre colgado en un árbol que está dentro del panteón, enseguida lo reportan a las autoridades, cuando llegan no hay nadie. Se dice, que los ahorcados están condenados a
La Mina El Edén y el Tesoro del Cerro de Xoconostle
Leyenda de Zacatecas. Después de la fundación de la ciudad, se fundo la “Mina del Edén” que producía oro y plata fue en los Siglos XVII y XVIII. Cuenta la leyenda, de un minero llamado Roque que descubrió una pepita de oro muy
La Tumba, encadenada para que los restos no salieran
Leyenda de Sinaloa. Los enterraron en la misma caja y los sepultaron. Pero al día siguiente aparecían los cuerpos tirados en la calle, lejos del panteón, alguien sacaba los restos para que no descansaran en paz. Era el año 1890, en