El Cementerio de los pobres de Cosío
Leyenda de Aguascalientes México. Se cuenta, que se te aparece la Muerte. Si quieres verla anda a la media noche. Personas incredulas entraron de noche a constatar, lo que se decía, y corrieron por todo el panteon, se les apareció la
Una noche en el cementerio: El profanador de tumbas
Leyenda de México. Era el Siglo XVIII, que ahora forman las esquinas las calles de Santa María y Pedro Moreno. En ese lugar estaba la cantina de "El ciervo de oro", famosa por ser lugar de delincuentes. Ningún alguacil se atrevió a
La Cegua un espectro con cabeza de caballo
Leyenda de Costa Rica. Un ser espectral que se materializa de noche en caminos solos y pide ayuda para que la lleven al pueblo cercano. También se le conoce como Segua o Tzegua. Este esperpento se asoma a los libertinos, como una mujer
Tesoro y muerte, su leyenda
Leyenda de Jalisco.- En una ocasión Teófilo, Pantaleón y Faustino, iban a su pueblo a caballo, tenían que pasar la sierra para llegar, estaban muy fastidiados, porque ninguno de ellos hablaba, en eso vieron frente a ellos a un
El ahorcado de San Andres Tuxtla y La leyenda del Ahorcado
Leyenda de Veracruz. Se cuenta, que un joven de nombre Fernando salió de su trabajo más tarde que de costumbre pues hizo horas extras. Vivía bien lejos y pronto se iba hacer de noche, así que decidió tomar un atajo para llegar pronto
Lady Godiva recorrió el pueblo desnuda
Leyenda Medieval Inglesa. Esta mujer le pidió a su esposo que bajara los impuestos, él era un noble, pero un noble sinvergüenza. Él se portó como un caballero accediendo a la petición de su mujer pero con una condición, que
El ahorcado del panteón de Hocabá
Leyenda de Yucatán. Los pobladores, aseguran a ver visto a un hombre colgado en un árbol que está dentro del panteón, enseguida lo reportan a las autoridades, cuando llegan no hay nadie. Se dice, que los ahorcados están condenados a
Agustina La Llorona, un espectro de terror
Leyenda de Zacatecas. Cuando llega la tarde-noche todo el vecindario que está cerca del Cerro de Proaño, aligeran por llegar a sus casas. Nadie quería estar en las calles de Fresnillo al caer la noche, pero al mismo tiempo pocos se